lunes, 1 de diciembre de 2008
Comentario
Para prevenir o impedir un delito como el tráfico de niños y niñas, en la mayoría de veces, de bebés, debe existir una voluntad real de los Estados en atacar las causas y los orígenes de este problema de manera concertada, y no sólo deben estos de concentrarse en la persecución y sanción del delito como tal, pues mientras que existan por un lado, pocas facilidades para que una pareja pueda adoptar legalmente a un niño, mientras que en los países industrializados promuevan organizaciones con ánimo de lucro que faciliten dichos trámites, mientras que la situación de abandono educativo, social y económico en la que se encuentran cientos de miles de jóvenes adolescentes no varíe, en tanto las miles de adolescentes gestantes no cuenten con la ayuda y amparo necesario, estas redes de traficantes de bebés, niños y niñas, seguirán encontrando en un país con tales características, el mejor espacio para llevar a cabo su ilícito negocio.
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