martes, 16 de diciembre de 2008

Penosas consecuencias...

Las consecuencias del trabajo en la salud de los niños son: lesiones visuales y óseas, deformaciones, numerosos accidentes, muerte temprana… Las consecuencias también se sienten en el desempeño escolar. En algunos estudios realizados, las familias declararon que realizaban esfuerzos para que sus hijos asistiesen a la escuela. Pero estos intereses se ven dificultados en épocas de cosecha. Las escuelas de la zona informaron que los niños se atrasan en la escuela, por lo que terminan por desertar. Otro tipo de daños que sufren los niños son los psicológicos. Ya no sólo los derivados de un abuso sexual, sino otros derivados del trabajo. La ausencia de tiempo para jugar y de descanso y el distanciamiento de las familias son algunos de ellos.
Los casos de explotación infantil han llegado a un nivel de comercialización que no se había dado en toda la historia. Más de un millón de niños y niñas son esclavos (tanto en lo sexual como en lo laboral). El desarrollo económico no ayuda a reducir esta plaga. Continúa habiendo miseria y cuando no es la propia gente del país la que compra o rapta a los niños/as para la prostitución, son los propios niños los que, para sobrevivir, se ofrecen en cualquier esquina. Y es que, el miedo al plato vacío siempre fue un gran afrodisíaco

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